Este post se aleja un poco de los posts de porteo y maternidad que encontraréis por aquí, pero debido a los muchos mensajes que recibí (y no pude contestar) durante nuestra escapada en Diciembre en Furgo con nuestro bebé, he pensado en contaros la experiencia por aquí, sé que a muchas famílias os va a ser útil!

Dedidimos hacer un viaje en furgo antes que acabara nuestra baja por maternidad y paternidad. Nos hacía mucha ilusión poder disfrutar de unos días en família, los 4, viajando, que es de las cosas que más nos gusta hacer! Así que aprovechamos el puente de Diciembre para que el mayor no tubiera que faltar a clase demasiados días. Destino? Los mercados de Navidad de Francia y Suiza.

Imprescindibles para viajar en furgo con un bebé

Os podría hacer una larga lista con cosas que son importantes, pero yo, lo que encontré brutal fueron dos cosas: una bolsa exclusiva con sus cosas y portabebés.

En la furgo todo está muy ordenado el día que te vas, pero si ya has viajado así sabrás que el caos se va generando día tras día. Cada vez que se sube/baja de la furgo, hay cosas que faltan, que quedan por medio…con un bebé y un niño, a veces no tienes tiempo de dejar todo en su lugar, sólo quieres SALIR. Así que tener una bolsa con todas las cosas del bebé, que no estubieran ordenadas cómo las demás, sinó que ahí encontraras todo, nos hizo minimizar ese caos y encontrar todo lo que necesitábamos mucho más rápido.

El portabebés fue clave (y no es por barrer para casa, es la verdad!). En este viaje nos llevamos una bandolera de anillas y una mochila portabebés. Ya sabéis lo fan que soy de las Bandos, pero es que fueron la manera de dormir al bebé en la furgo la mayoría de las veces. Con el espacio reducido, no hay dónde mecer, pasearte…además los demás en ese momento están ahí, cenando, jugando…era meterlo en la Bando, darle un poco de teta, y a dormir! Para las salidas a la ciudad y a los mercados de Navidad, nos llevávaos la Bando y la Mochila, e íbamos alternando papá (mochi) y yo (bando) para ir también disfrutando del viaje con el mayor.

Antídotos contra el frío

Para el frío también nos tuvimos que preparar. Para hermano mayor, mamá y papá ropa de lana merina debajo. Guantes, gorro y bufanda. Calcetines de lana, of course. Para el bebé, nos llevamos una chaqueta y buzo sin piés, que le poníamos encima de su ropa normal. (Sin piés porque no limitara la posición de su cuerpo: os recuerdo que si es de una sola pieza, puede acumular tensión en las rodillas o en los piés si no hay suficiente espacio para que pueda colocar bien rodillas dobladas). Botitas y Gorrito, indispensable. Y nada de bufanda, que nuestro bebé apenas tenía cuello, jeje. Dentro de los lugares, y dentro de la furgo, hacía muy buena temperatura, así que ir a capas fue la mejor opción.

El itinerario

El plan era ir subiendo por la costa catalana, luego Francia, hasta llegar a Montreux, Suiza, parando en las ciudades que tenían Mercados de Navidad. Planeamos tramos cortos (máx 4h al día) para que no se hiciera muy largo para el peque, nos sabíamos cómo se iba a adaptar a la furgo! Nuestra furgo es una furgo vintage, hace ruido, y tantas horas en coche para un bebé a veces son difíciles de gestionar.

Al final, como todo viaje en furgo, estubo lleno de imprevistos, y aunque usábamos una APP para saber dónde poder pasar la noche, algun día acabamos en un hotel (y una ducha calentita, que falta nos hacía!). Pero los lugares que visitamos fueron muy bonitos, y pudimos disfrutar mucho de la aventura, del viaje, y de la Navidad!

Horarios

Para viajar en tan poco espacio, no te queda más que ir todos a una! Así que decidimos adaptar a los horarios de sueño nocturno del bebé, que rondaba las 7-7.30h de la tarde. El plan era desplazarnos en furgo por la mañana hasta el siguiente destino, antes de comer allí una vez llegáramos, y dedicar toda la tarde a pasear por la ciudad. Si por lo que fuera nos gustaba mucho el lugar, nos podíamos quedar un día más, porque habíamos trazado una ruta para 10 días y 7 lugares, así que teníamos margen. Las siestas diurnas del bebé las hacía en el portabebés mientras nosotros visitábamos la ciudad, o en la furgo durante el trayecto de mañana. ¡La verdad es que siguió nuestro ritmo en todo momento! Sólo nos tocó hacer malabares algún dia para encontrar un lugar dónde cambiarlo: con el frío en la calle no parecía buena idea, y en Francia nos pareció raro encontrar muchos lugares «grandes» sin cambiadores para bebés.

Fluir

Como os podréis imaginar, muchas cosas no salieron a la primera. Aunque sorprendentemente todo fue bastante fácil, también surgieron cosas en el camino que tuvimos que ir sorteando: alguna que otra vez nos tocó cenar un bol de cereal con leche porque nos cerraron los comercios. Por suerte, no nos quedamos sin pañales, pero si nos tocó mojarnos porque se nos olvidaron los paraguas. Así que creo que la clave de todo fue FLUIR, entender que viajar con dos peques (y que uno sea bebé) significa adaptarse mucho, mucho, y disfrutar del momento más que nunca. Aunque el momento sea los 4 en la furgo, a menos 5 grados, contando chistes debajo de la manta.

Espero que us haya gustado! Veréis que os he dejado los links de las cosas que nos llevamos, por si os sirve! Un abrazo, y hasta prono!

Anna

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