Para muchas ya se han acabado las vacaciones, esto es así! Pero seguimos en éstos días del Limbo de Septiembre, dónde aún no retomamos el ritmo al 100% pero ya empieza a oler a rutinas y horarios…todo va volviendo a su cauce. Espera, ¿todo? Todo no. Nuestros peques aún están en #modoholidays, pero les podemos ayudar a hacer una transición suave y con mucho flow hacia la rutina 🙂

Con mucha calma

Pasar de 0 a 100 en un día es difícil y seguro que muchas criaturas no van a entender qué está pasando. Para los más peques, ir volviendo, poco a poco, a los horarios habituales y a las rutinas que ya teníamos marcadas es crucial para que las incorporen de una forma natural en su día a día, sin forzar. Al final, las rutinas de cada família son el resultado de una ecuación complicadísima cuyo resultado es «que todo fluya lo mejor posible». Así que vamos a respetar éste mantra y vamos a ir, poco a poco, hasta la organización habitual.

Más secuencias, menos horarios rígidos

No se trata de cenar a las 8.00h y estresarnos si no llegamos. Se trata de ir incorporando las diferentes actividades de tarde/noche para que puedan anticipar lo que vendrá después y saber que se está acercando la hora de descansar. Si, por ejemplo, durante el curso hacemos cena/baño/cuento y a dormir, es un buen momento para volver a esa secuencia. Seguramente durante el Verano nos la habremos saltado muchas veces, así que empezar a recordarla unos días antes de volver al cole ayuda a anticipar lo que va a venir y a volver a generar los hábitos que funcionan para la familia.

Podemos empezar por las rutinas de noche, y luego continuar con el desayuno y la primera hora de la mañana. También es una buena idea empezar a ajustar los horarios de las comidas a los que tendrán en el cole: en Verano se acostumbra a comer muy tarde y seguramente las criaturas habrán también reajustado las cantidades que comen en funcion de eso. Así que recrear los patrones de comida unos días antes nos facilitará ajustar horarios y cantidades.

Unas manos extra

Si en casa tenéis un peque muy peque aún y otro mayor, el porteo os puede ayudar mucho en estos primeros días cuando parece que la tarde pasa volando y nos plantamos a las 8 de la noche con todo por hacer. Portear al más pequeño puede agilizar las rutinas del mayor: podemos atenderlo y apoyarlo para que coja el ritmo, y más adelante muchas cosas ya las podrá hacer de forma más autónoma. También es ideal para el momento cena y ducha (recueda que con tu Bandolera puedes portear atrás!) mientras el peque descansa, y el pequeño va avanzando en sus rutinas diarias.

Todo va a volver a la normalidad

Y anunque parezca que no y los primeros días sean un caos, todo va a volver a su cauce. Los días se irán haciendo más cortos y entraremos en el modo otoño más rápido de lo que parece. Si ésta temporada en casa empiezan nuevas etapas; escuela infantil, escuela primaria… seguramente haya más nervios de lo habitual. Así que sentad las bases de lo que sí es realmente importante y priorizad: si no se puede llegar a todo, ya se llegará. Démonos también un respiro en esas fechas tan convulsas (y en nuestra casa más, ¡que tenemos los cumples de los peques de la casa!)

Espero que este post haya servido para poner un poco de luz en estos días tan convulsos. Un abrazo,

Anna

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